No se va por la puerta grande porque hoy en día ni los toreros salen por esa puerta. Pero creo que se va dejando un buen sabor de boca. Por lo que ha hecho (a mí personalmente la UEFA y la primera vuelta me compensan con creces la segunda vuelta) y por lo que ha visto.

Y lo que ha visto es que hay pesimismo (más que enfado) entre el aficionado perico que se ve en diciembre con dos puntos y llamando al Machote, a Clemente o Paco Flores para que arreglen la situación. En el Espanyol se ha acabado un ciclo y nadie veía a Valverde con la fuerza para comenzar otro de cero. Creo que eso es lo que le ha fallado al entrenador vasco: transmitir fuerzas, ilusión, ganas. Seguramente las tenía, pero como no sabía exteriorizarlas, pues no valía. Una lástima porque con la pizarra y teniendo su columna vertebral en forma -cosa que no ha tenido en toda la segunda vuelta ni un solo partido- ha demostrado que sabía.

Ahora toca mirar el futuro. No me motivan ni Laudrup -para mí es como si Butragueño entrenara al Barça- ni Marcelino, un perfil Valverde: buen entrenador, buen estratega, buena persona pero no con los suficientes huevos como para destruir un muro y levantar uno nuevo en poco tiempo. Por eso de los candidatos que suenan me quedo con el Cholo Simeone quien presenta como armas las carencias de Valverde: fuerzas para coger a quién haga falta por las solapas (ya sea del entorno, del palco o del vestuario), ilusión por entrenar en Europa, ganas de hacer las cosas bien para luego dar el salto a su Atlético y la impresión de que el espíritu de Pochettino (nuestro Cruyff) vuelve a estar presente.

Etiquetas: Espanyol, Simeone, Valverde

Escrito por por Anónimo el 26 mayo 2008.
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