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Los códigos internos del año 84


Ahora que se ha puesto otra vez de moda el tema, me he encontrado en la hemeroteca un artículo de 1984 de José Damián González escrito en El País donde recoge las "Normas de Régimen Interior" del Real Madrid y de otros clubs de Primera. Un buen decálogo con algunas de las cláusulas más curiosas que allí aparecen sería:

1. En los desplazamientos, los jugadores dejarán los sitios preferentes del vehículo para los señores directivos y el entrenador del club

2. Si un jugador recibe una visita en su habitación del hotel durante una concentración, deberá mantener la puerta de su habitación abierta.

3. Las faltas de puntualidad serán sancionadas con una multa de 500 pesetas por cada minuto de retraso cuando éste se produzca por primera vez, y 1.000 pesetas cuando se reincida.

4. Los jugadores que por lesión o enfermedad no puedan entrenarse, pero sí salir a la calle, asistirán, con igual puntualidad, a los entrenamientos, debiendo presentarse al señor entrenador al comienzo de ellos, vestidos como si fueran a entrenar, y permaneciendo en el recinto deportivo que se utilice, para volver a presentarse al señor entrenador cuando finalicen

5. Se prohíben de manera terminante las bromas pesadas y de mal gusto, motes, burlas y demás que puedan perturbar la amistad, compañerismo, respeto y consideración que debe existir entre los jugadores y cuantos pertenezcan al club.

6. Todos los jugadores deben hallarse en sus domicilios ofreciendo la posibilidad de que los técnicos del club puedan contactar con ellos, conforme al siguiente horario: los domingos, a las doce de la noche. Los lunes, a la una de la madrugada. Los restantes días de la semana, a las once.

7. Queda prohibida la estancia en las habitaciones de los jugadores a toda aquella persona ajena a los estamentos del club, salvo que previamente se conceda autorización para ello.

8. Los jugadores deben evitar un léxico soez ya que al hacerlo producen muy mal efecto en quienes los escuchan, determinando que, en el mejor de los casos, saquen una impresión contraria a la que todos deseamos.

9. Se prohíbe a los señores jugadores la utilización de vehículos, tales como motos, que constituyan un evidente riesgo para su integridad física. Se recomienda en todos los casos el máximo control de velocidad, respeto a las normas de tráfico, etcétera.

10. En beneficio de los propios jugadores, se recomienda que se abstengan de firmar contrato alguno de publicidad sin antes ser revisado y asesorado por los servicios jurídicos del club.


Si alguien quiere leer todo el artículo -lo recomiendo- lo puede hacer desde El País (si dispone de clave) o bajándose este documento de Word.

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Blogger la aguja - 5/10/07 22:09 :

Entiendo que todos son de sentido común. Ahora, el primero, merece una reflexión aparte.

En 1984 la actividad del equipo profesional no giraba en torno a las estrellas del equipo, sino al propio club, cuyos representantes eran —por supuesto— los directivos; y con ellos, el señor entrenador, quien gozaba de la confianza técnico-deportiva del club, único objetivo de la entidad.

Desconozco si ese punto se sigue respetando o no, pero está claro que hay cambios en la mentalidad actual. Supongo que habrá quien interprete que se ha perdido y que habrá quien crea que se ha ganado con los cambios.    


Blogger Kinkanom - 6/10/07 01:27 :

Mirad el Mortadelo de las Olimpiadas del 84. Allí creo que queda todo reflejado, aunque claro, no creo que se diferencie mucho de la realidad actual, con presidentes que sean en gallumbos en los aeropuertos, otros que consiguen pisos de protección oficial para sus hijos (gente con poca capacidad económica que viven de la caridad pública) o mandamases de la Federación Española, con 20 años en el cargo y a los cuales no les dejarías ni un fin de semana el gato, por miedo de saber a qué precio lo venderían.    


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