Este Real Madrid no es una fiesta, pero al menos va creciendo como equipo. Robo a robo, falta a falta, semana a semana, los jugadores van asimilando la idea de fútbol que quiere Capelo. Quizás no es la mejor idea del idea del mundo, pero al menos es una idea. Y eso no es poco después de estos últimos tres años vividos.

Del partido de ayer me vuelvo a quedar con el clásico debate del mediocentro. Después de haber visto varios partidos esta temporada estoy seguro de que nadie es capaz aún de catalogar si esa apuesta es buena o mala para el Madrid. Ayer estuvieron excepcionales -quizás el partido les vino de cara para poderse exhibir-, en Lyon dieron lástima y en el Bernabeu puede llegar a parecer que dos son multitud. En todo caso parece que su juego va de menos a más. Diarra ya cubre su zona y la de tres más, ha ganado en confianza y eso le ha supuesto ganar también en seguridad, movilidad y acierto en el pase. Mientras tanto Emerson ya comienza a robar balones y sentirse útil en el sistema. Buena noticia para los blancos ya que un porcentaje alto de culpa del éxito o fracaso de este proyecto pasa por los pulmones de estos dos hombres. Veremos si hay suficiente oxígeno como para llegar a junio del 2007...

Escrito por por Anónimo el 24 septiembre 2006.
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